Slanted and Enchanted mejoró el envoltorio notablemente (grabado en un 16 pistas) y multiplicó la cantidad de himnos, In the mouth a desert, Trigger cut. La historia de Pavement siguió este camino. Grabaciones cada vez más pulcras, montones de canciones que se hacían especiales y queridas al segundo. Crooked rain, Wowee Zowee, Brighten the Corners y Terror Twilight conservaron en lo posible el encanto amateur y despreocupado de los inicios y su locura compositiva, sus sorpresas en los desarrollos de las canciones. Obviamente fueron haciéndose, disco tras disco, más profesionales en todos los sentidos. A la altura de Terror Twilight la fórmula apareció agotada, por mucho que siguiese mereciendo mucho la pena escuchar a unos Pavement creciditos con toques country y una producción cristalina.
Desde Slanted a Brighten the corners ofrecieron discos sin un segundo de desperdicio. Raramente se mostraban meditativos (cuando lo hacían también lo bordaban, Here...), lo suyo eran las canciones optimistas y juguetonas, las letras irónicas y surreales. Verles en directo era asistir a una pequeña fiesta y verles disfrutar y sonreirse entre ellos y ver tu propia sonrisa de gusto saliendo a flote.
Tocaban con una sonrisa y te la pegaban a tí, sumergido entre el pelotón de seguidores, desgustando en la oscuridad con cariño cada rato.