miércoles, 29 de abril de 2009

EPISODIO 37. THE WHO.



¿Beatles o Rolling? Los Who.
Los Who redefinieron con sus primeros singles la idea de canción pop-rock aceptable mayoritariamente. Supieron hacerse una leyenda (la propaganda tuvo mucho que ver en esto) basada en conciertos incendiarios y kits de batería y guitarras destrozadas. Detrás de la campaña de imagen, The Who presentaban un set de canciones en deuda con los Kinks, el rock y el r & b, complejidad melódica y buenas armonías como era ley en cualquier grupo de la oleada inglesa de mediados de los sesenta que quisiera hacerse un hueco. En tiempos de "she loves you, yeah, yeah, yeah", ellos cantaban sobre un chico al que su madre viste de niña, peluca incluída. "Quiero darme un corte y ver la sangre, quiero regresar a casa cubierto de barro...soy un chico". Sus letras distaban de ser ñoñas producciones capaces de gustar por igual a abuelas y a adolescentes. En la ejecución, crujientes y caóticos redobles, amplificación a un nivel desconocido en la época, feedback, un bajo todo músculo.



The Who no hicieron discos con 96 pistas imposibles de llevar al directo. A diferencia de los shows de la mayoría de los creadores de hits de la época, sus directos sonaban a reinterpretación furiosa, no a engaño. La misma energía de la grabación multiplicada en decibelios e intensidad, con todos los efectismos de puesta en escena que fuesen necesarios.
La seguridad de tener un respaldo en ventas les llevó paulatinamente a crear discos fragmentarios y conceptuales. Sell out me parece su disco más disfrutable. Una especie de emisión de radio en la que encontramos cuñas publicitarias intercaladas con algunas de sus mejores canciones (curiosamente, Sell out creo que no fue llevado al directo). Who´s next raya a su altura.
Su discografía es más breve de lo que pudiera pensar quien no se haya acercado a ellos y los conozca como otra de esas bandas dinosaurio de los 70. Tommy y Quadrophenia, aparte de la leyenda, son sobre todo dos discos de rock desacomplejado que se atreve con todas las emociones, tempos y estructuras. La lista de increíbles canciones en ambos discos hace que deban ser considerados tal cual, como colecciones de rock indispensable, sin la etiqueta de opera rock ni milongas similares.






Rock llegando a la máxima expresión del género conocida hasta la fecha, quitándose clichés (en letras y musicalmente) y cerrando de un portazo una etapa de oro. A finales de los setenta su historia puede considerarse finiquitada, Nos ahorraron multitud de grabaciones destrozando su propia historia (no miro a nadie). Durante todos estos años los supervivientes se han limitado a apariciones estelares y poco más. La extraña reaparición en el nuevo siglo me daba mucho miedo y no la he prestado suficiente atención; una sola escucha me deja decir que es un trabajo digno, aunque prefiero considerar la historia de la banda como algo que sucedió entre el 65 y el 78.

"Desde que era niño siempre he jugado con la bola plateada. He debido jugar en todos los lugares entre Soho y Brighton, pero no he visto nada como él...ese chico ciego y sordomudo juega al pinball increíblemente"


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